La industria química en México se encuentra desfasada y obsoleta, pese a que a nivel mundial representa uno de los mejores negocios, estableció el vicepresidente del Instituto Mexicano de Ingenieros Químicos (IMIQ), Luis Eduardo Zedillo. Al participar en el Foro "La química en el plan nacional de desarrollo 2007-2012", el directivo aseguró que esta actividad permite multiplicar hasta 10 veces en promedio el valor del petróleo o el gas, si se transforman en productos o bienes de consumo final. La industria química tiene ya varias décadas de no recibir impulso, lo que ha obligado a importar petrolíferos y petroquímicos por el orden de los 17,000 millones de dólares anuales, que representa casi 80% de los ingresos por exportación de petróleo.
En el evento, organizado por la Canacintra, el directivo de la IMIQ urgió al gobierno federal a eliminar obstáculos para crear nuevos modelos de inversión que permitan hacer negocios, ya que es lamentable que el sector en nuestro país apenas aporte 2% del PIB, mientras que nuestros competidores lo hacen en 4.5 por ciento. Víctor Manuel López, secretario nacional de la Canacintra, lamentó que en lo cotidiano México sufra una "desindustrialización", aunado a que en el Plan Nacional de Desarrollo del Ejecutivo no se contemple a la industria de la transformación.
Aseguró que actualmente es el momento para impulsar este tipo de actividad, sobretodo en el marco de la discusión de la reforma fiscal.
"El Gobierno tiene en sus manos la solución", sentenció López. Explicó que se debe alentar la inversión en la industria de la transformación y no seguir apoyando a los sectores del comercio y los servicios, "que no tienen que ver con la generación de riqueza". Más aún, añadió, en este momento de discusión de la reforma hacendaria hay que analizar cuáles son las actividades que contribuyen con impuestos y con el sistema de seguridad social requiere. Refinación propia Luis Eduardo Zedillo dijo que México podría cubrir la demanda interna de energéticos, gasolina y diesel, con la instalación de plantas de refinación que permitieran expandir la capacidad de procesamiento.
"La inversión en una refinería es alta, de alrededor de 3,000 millones de dólares; pero la erogación anual de divisas para satisfacer la demanda es de aproximadamente 9,000 millones de dólares anuales. Una alta inversión, pero un gran ahorro de divisas", insistió Zedillo. Los industriales químicos solicitaron a las autoridades una clara definición de los precios de las materias primas para la petroquímica y que se fijen con criterios de competitividad.
(Visto en: El Economista.com.mx)
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