Chicago, 20 de julio.- El mercado hispano en Chicago y área metropolitana, con un poder de compra de 33 mil millones de dólares, ofrece a empresarios mexicanos una enorme oportunidad de negocio, desde la venta de un dulce típico hasta asesoría sobre el perfil del consumidor.
Actualmente, más de 600 empresas mexicanas tienen alguna relación comercial en esta región, en particular con la venta de alimentos frescos y procesados, aunque su presencia engloba todo tipo de sectores, incluyendo el de servicios.
El potencial se amplia en alimentos debido a que los mexicanos, el 80 por ciento de la población hispana en Chicago, han acostumbrado a otras etnias a disfrutar de su comida, expresó Miguel Angel Leaman, representante del Banco de Comercio Exterior (Bancomext).
"Por ejemplo, les hemos enseñado a otras razas a apreciar productos como la jícama. Hay mucho interés y no solo del consumidor común, también las grandes corporaciones de este país se han dado cuenta de esta mezcla de culturas", dijo en entrevista. No hay supermercado en Chicago que no tenga al menos diez productos mexicanos en oferta, sin contar los negocios que los ofrecen en casi la totalidad de su mercancía.
"Aquí no se extraña la comida de nuestro país porque tenemos de todo. Si queremos un pozole encontramos los ingredientes para hacerlo o ya si nos da mucha flojera lo compramos en lata", comentó Margarita Fernández, cliente de Pete Market.
Marcas mexicanas como Bimbo, Jumex, Sangría Señorial, Jarritos, La Costeña, La Moderna, Doña María, Hérdez, entre otras, son de consumo común en una población hispana que representa el 27 por ciento del total de habitantes y reporta ventas al menudeo en sus vecindarios de ocho mil 380 millones de dólares al año.
Los vecindarios mexicanos de Pilsen y La Villita, segunda zona comercial de mayores ventas en Chicago, son los principales nichos de mercado para productos mexicanos, pero la demanda está creciendo en los suburbios por el aumento de la población hispana.
Aunque el sector de alimentos resulta el más dinámico, la presencia de empresas mexicanas encuentra una alta demanda en áreas tan diversas como ferretería, artículos de construcción, grabaciones musicales, y múltiples servicios, en otras.
"Hay empresas mexicanas que están vendiendo software, otras son call center, diseñadoras, encuestadoras, incluso entró una ofreciendo servicios de programas pregrabados para la radio y televisión en español", comentó Leaman.
El mercado es tan amplio aún que existe una empresa mexicana la cual vende a grandes compañías, como McDonald, asesoría sobre preferencias de la comunidad hispana, un servicio considerado valioso porque evita el desperdicio de recursos al tratar de atraer a un tipo de cliente.
Otra empresa, Oaxaca Cine Transformers, que en México acondiciona trailers para hacer cines móviles, ofrece en Chicago su servicio para que otras empresas se publiciten por este medio durante ferias y exposiciones.
"Son empresas que finalmente están buscando llegar al mercado hispano con su conocimiento del mismo, pero a través de grandes corporaciones", explicó el funcionario mexicano.
Bancomext apoya a las empresas mexicanas en su participación en cuatro ferias al año en Chicago de alimentos, confitería, metalmecánica y marcas privadas, lo que permite concertar ventas hasta por 14 millones de dólares en los días de exposición.
De estas ferias, que trae un promedio al año de 10 empresas mexicanas con calidad certificada, compañías como Galletas Gaby y Sabritas lograron entrar al mercado y ya le venden a Wall Mart y farmacias Walgreens.
En tanto, el mercado de marcas privada, que compra el producto y lo comercializa con otra marca, representa el 23 por ciento de las ventas de supermercados y cadenas de farmacias y está incrementando la participación de empresas mexicanas.
"Le permite al productor mexicano participar en una cadena productiva sin invertir en publicidad, la única desventaja es que el producto que se vende no tiene el nombre original", aclaró.
Pese a la oportunidad de negocio que representa Chicago, la presencia de empresas mexicanas sigue siendo reducida y otras etnias han empezado a responder a las necesidades del creciente mercado hispano con imitaciones.
Es el caso de productos chinos, que desde la venta de chiles y banderas mexicanas hasta figuras religiosas, satisfacen a bajos precios a este sector poblacional.
"No hay donde más conseguir las banderas, y los chinos nos las venden a un dolar por docena de chiquitas, que ya nosotros vendemos a tres o cinco", comentó una vendedora del símbolo patrio en Pilsen, que anticipó su compra para el 15 de septiembre.
Chicago es la tercera ciudad más grande de Estados Unidos y uno de sus centros industriales, comerciales, financieros y de transporte más importante, así como la cuarta ciudad comercial a nivel mundial, después de Londres, Nueva York y Tokio.
Debido a su dinamismo comercial hay 69 representaciones de gobiernos extranjeros asentados en la llamada "ciudad del los vientos", y 33 oficinas de comercio e inversión, de acuerdo con datos del censo económico de Illinois.
Pero México, segundo socio comercial del estado de Illinois después de Canadá, tiene también un atractivo para las compañías de Chicago y del medio oeste de Estados Unidos como complementarias en su producción, con operaciones de exportación, sub-contratación o asociación.
Chicago, capital de la industria de manufacturas de Estados Unidos, reconoce la gran capacidad industrial de México y la complementación con sus economías, lo que se facilita con el TLCAN, situación que no se ha logrado explotar ampliamente por el empresario mexicano, reconoció el representante de Bancomext. (Con información de Notimex/CFE)