Que la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) tenga la obligación de visitar las plantas de las empresas farmacéuticas que quieran exportar sus productos a México y que se establezca una lista de los países de los cuales no habrá importación, son las dos principales observaciones que los laboratorios con presencia en el país harán a la iniciativa de reforma de los artículos 168 y 169 del Reglamento de Insumos para la Salud.
En las siguientes dos semanas la industria farmacéutica pedirá una corrección del documento que la Cofepris envió a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer). Con ello, indicaron fuentes cercanas al proceso, buscan robustecer la regulación sanitaria del país para garantizar la calidad y seguridad de los fármacos en el mercado nacional e incrementar las exportaciones a Estados Unidos y los países de la Unión Europea. Hasta hoy, la balanza comercial del país en materia farmacéutica es deficitaria, pues se importan más de mil 600 millones de dólares de productos --principalmente medicinas innovadoras de Estados Unidos y países de la Unión Europea-- y se exportan cerca de mil millones de dólares, sobre todo a Centro y Suramérica, Europa del Este y algunos países de África.
Por su valor de 13 mil 500 millones de dólares, con un crecimiento en ventas en 2006 de 11 y 32 por ciento en medicinas de patente y genéricos intercambiables (GI), México es el noveno mercado más grande del mundo, lo que despierta el interés de las empresas que aún no tienen presencia aquí. Lejos de oponerse a la eliminación del llamado "requisito de planta", como condición para obtener el registro sanitario y poder comercializar medicinas en el mercado mexicano, los 200 laboratorios --tanto multinacionales como nacionales-- apoyan este cambio, pues una condición obligada en los mercados globales es eliminar los proteccionismos, subrayaron los directivos consultados.
Sin temor a la competencia de las empresas que quieran exportar a México, la industria considera que difícilmente podrán hacerlo por precio, pues además de "pasar" las inspecciones de la Cofepris, las empresas exportadoras tendrán que realizar las pruebas de bioseguridad --eficiencia terapéutica y seguridad-- a cada uno de sus productos para obtener el registro sanitario. Estos estudios tienen un costo de 50 a cien mil pesos cada uno por presentación comercial, el cual deberán reflejar en el precio final al consumidor junto con los costos de embarque y arrastre en territorio mexicano. Sólo en el sector público, el precio promedio de los medicamentos de patente es de 160 pesos y de 16 pesos los GI.
(Visto en: El Economista.com.mx)
No hay comentarios:
Publicar un comentario