jueves, 26 de marzo de 2009

Fusionarán Nafin y Bancomext

El presidente Felipe Calderón envió al Senado un proyecto de reforma para detonar el otorgamiento de crédito al sector industrial del país, mediante un “relanzamiento” de la banca de desarrollo, que implicaría la fusión del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) con Nacional Financiera (Nafin).
El gobierno considera en su propuesta que la banca de desarrollo ha fungido como un instrumento de la política económica, pues hasta enero pasado tenía una cartera de crédito propia de 565,000 millones de pesos, lo que significó un crecimiento de 45% en los dos primeros años de la actual administración.

Con la reforma, el Ejecutivo busca fortalecer la operación de la banca de desarrollo, facilitar el otorgamiento de crédito, flexibilizar su régimen de inversión, liberarla de restricciones “innecesarias y excesivas”, así como “unificar en una sola institución de fomento la atención financiera a todos los niveles del sector empresarial”.
Ventanilla única
Por ello, propuso modificaciones a ocho leyes en la materia, para fortalecer la estructura de la banca de desarrollo, a través de la conjunción del capital de Nacional Financiera, Bancomext y el Fideicomiso de Fomento Minero, para crear una “ventanilla única” que atienda las necesidades de las empresas.
El Presidente justifica que esa fusión conjuntaría “el capital de las instituciones de banca de desarrollo que apoyan a dicho sector, para incrementar los flujos de financiamiento, reducir los costos a las empresas, prestar a éstas una atención integral a lo largo de su desarrollo y brindar en una sola ventanilla todos los servicios que actualmente les otorgan diversas instituciones públicas”.
Destaca que algunos de los beneficios serían ofrecer menores tasas de interés a los clientes de las tres instituciones, lo cual incrementaría el acceso de las empresas a los servicios financieros e incrementar la cartera en 60,000 millones de pesos.
El documento, que hoy será turnado a comisiones para su dictaminación, establece que ambas instituciones, junto con el Fideicomiso minero, deberán establecer programas de financiamiento para apoyar actividades económicas que propicien la creación de empleos, en las empresas u organizaciones indígenas, que incorporen tecnologías que les ayuden a incrementar su capacidad productiva, así como para asegurar el acceso equitativo de las mismas a los sistemas de abasto y comercialización.
“Las reformas planteadas son particularmente apropiadas en la actual coyuntura. Ante la escasez de financiamiento a nivel global, es necesario emplear en toda su magnitud una de las herramientas contracíclicas más efectivas que tiene el Estado mexicano”, destaca.
Quitan candados
La iniciativa elimina también candados para que los bancos de desarrollo otorguen créditos, principalmente en el caso de empresas que requieran financiamiento para hacer frente al vencimiento de deuda.
“De esta forma la banca de desarrollo tendría la capacidad de respuesta inmediata que demanden los sectores de la economía que ven súbitamente restringido su acceso al crédito y, sobre todo, en situaciones extraordinarias como las actuales en las que se requiere tomar acciones inmediatas para la preservación del empleo”, expone.

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