Japón acudirá a reservas para apuntalar empresas

Tokio.- Japón acudirá a sus enormes reservas internacionales para atenuar la restricción del financiamiento corporativo que enfrentan las firmas japonesas con operaciones en el exterior, dijo el ministro de Finanzas, cuando falta poco para cerrar los balances anuales.

Los préstamos en dólares son necesarios debido al aumento del costo del financiamiento en Estados Unidos por la agudización de la crisis del crédito, que ha bloqueado muchas alternativas de fondeo o las encareció significativamente.

Toyota, que opera un brazo de financiación para la compra de autos en Estados Unidos, dijo que podría convertirse en uno de los primeros prestatarios.

El Gobierno y el banco central también han aumentando las medidas de financiamiento dentro de Japón en semanas recientes, tratando de aliviar las crecientes presiones sobre las hojas de balance corporativas antes del 31 de marzo, cuando cierra el año financiero para la mayoría de las empresas japonesas.

"Como ha sido difícil recaudar fondos en divisas en el mercado, se extenderán préstamos a partir de las reservas internacionales (...) como una medida contingente y extraordinaria", dijo en conferencia de prensa el ministro de Finanzas Kaoru Yosano tras un encuentro del Gabinete.

"Anticipamos que las dificultades del financiamiento corporativo en Japón y en el exterior toquen su techo pronto, a medida que se profundicen las dificultades económicas", agregó.

Toyota Motor Corp dijo que una unidad de servicios financieros había solicitado financiamiento respaldado por el Gobierno para poder cubrir los crecientes costos crediticios en Estados Unidos.

La emisora nacional NHK dijo que la firma buscaba 200,000 millones de yenes (2,100 millones de dólares).

El Gobierno dijo que prestaría 5,000 millones de dólares este mes de sus reservas internacionales, el 0.5% de un total de 1 billón de dólares, al Banco de Japón para la Cooperación Internacional (BJCI).

El BJCI es una organización financiera con respaldo estatal que tiene la tarea de ayudar a aliviar la presión que enfrentan las compañías japonesas derivada del racionamiento global del crédito.