Los altos impuestos que decretó el Gobierno federal para la importación de autos prácticamente hicieron naufragar el Programa Municipal de Regularización Vehicular, toda vez que cobra 20 mil, 34 mil, 40 mil, 52 mil, 65 mil, 70 mil y hasta 94 mil pesos por los diferentes modelos.
En el módulo que se abrió ayer para este servicio y que operó de 7:30 a 15:00 horas, se realizó un solo trámite de importación en el que una familia pagó más de 17 mil pesos para regularizar su camioneta modelo 1999.
Las tarifas fijadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y que no incluyen gravámenes municipales ni estatales, son inalcanzables y frustraron las esperanzas de más de 500 ciudadanos que acudieron de buena fe, algunos desde las cinco o seis de la mañana, a importar sus unidades en el primer día.
Allí se encontraron con que en muchos de los casos, los impuestos federales triplican y hasta cuadruplican el valor comercial de los vehículos.
Cientos de personas solicitaron las cotizaciones para regularizar sus automotores pero al conocer los costos manifestaron indignación, risa nerviosa, enojo, expresiones ofensivas y hasta quejas, mientras que uno de ellos invitó a realizar hoy una marcha de protesta hasta la ex garita aduanal del kilómetro 30 contra el gobierno.
De hecho, casi 30 automovilistas estuvieron ayer a punto de ir a manifestarse a la sesión de Ayuntamiento, pero desistieron cuando se enteraron de que ya había terminado.
Un hombre mostró la cotización por escrito para importar su Jimmy 1998, en la cual le cobraban 69 mil 314.93 pesos de impuestos federales, 40 pesos de validación, 300 de modulación, 350 de honorarios, 100 de consulta de estatus del vehículo y el impuesto del 2 por ciento.
En total, tenía que pagar 71 mil 507.03 pesos, lo cual se debe a que su vehículo le costó 2 mil 800 dólares pero el gobierno federal le estima un precio de 6 mil 977 dólares.
Fernanda Montelongo Cruz, vecina de la colonia Galeana, llegó con los documentos de su camioneta Plymouth 1997 y le cobraban un total de 56 mil 688.25 pesos.
“Voy a decirle a mi pariente que venga por ella, que se la lleve porque así no se puede, me la regalaron, es una sobrina de Estados Unidos”, expresó visiblemente consternada.
Gloria Lozano Espinosa de plano gritó en la puerta: “¡Me quedé sin comprarles juguetes a mis hijos, tengo tres, me quedé sin comer para ahorrar, para hacer todo legal y miren con lo que nos salen: 54 mil pesos por una Caravan 1995!”
Jorge Betancourt llegó con los documentos de su Chevrolet Suburban 1990 y le informaron que tiene que pagar 54 mil 249.37 pesos, por lo que dio media vuelta y se fue.
Agregó que el vehículo se lo regaló un tío que lo compró en mil dólares, pero resulta que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público valúa el mueble en 5 mil 270 dólares y por eso cobra tanto para importarlo.
Ante esa situación, mejor se lo va a regresar a su pariente porque él gana apenas mil pesos por semana y le llevaría un plazo de un año, sin comer, ahorrar todo ese dinero.
De hecho, desde las cinco o seis de la mañana había automovilistas haciendo fila en el módulo de regularización, ubicado en Francisco Villa y Abraham González.
Ante eso, el personal empezó a atender a la gente a las 7:30 horas, con seis cajas y con una duración de 30 a 40 minutos, teniendo “una respuesta muy buena”, según se escuchó.
En las primeras horas de la mañana, cuando el alcalde José Reyes Ferriz fue a inaugurar el módulo de regularización, una mujer le reclamó con energía cuál era la ayuda que había obtenido para las familias sin recursos.
Agregó que fue despedida de su empleo, que la indemnizaron con 28 mil pesos y tiene hijos en preparatoria, y ahora no podía pagar las cantidades tan elevadas que le estaban cobrando por regularizar su vehículo.
El alcalde le explicó que los cobros son aplicados por el gobierno federal y ni un peso es del Municipio o del Estado, pero la mujer le espetó que eso no la dejaba satisfecha y se retiró llorando.
A las 12:00 horas no había ninguna importación tramitada, ya que los asistentes sólo pedían la cotización del gobierno federal y al ver los costos se retiraban.
Brenda Carrillo Godínez quiso nacionalizar su pick up Sierra 1997 y le presentaron una importe de 52 mil 652.50 pesos, siendo que le costó mil 400 dólares y el gobierno federal la está valuando en 5 mil 112 dólares, por lo que dijo: “Se la vendo”.
Guadalupe Tarango López, quien vive en el fraccionamiento Bosques de Salvárcar y trabaja como técnico de maquiladora, llegó a regularizar su pick up Ford F-201 y le dieron un precio de 52 mil 681.09 pesos.
Agregó que el vehículo le costó 3 mil 800 dólares y se lo valúa el gobierno federal en 14 mil 758 dólares.
Juan Manuel Saldaña, de la colonia Adolfo López Mateos, iba a importar su pick up Ford F-150 modelo 1989 y le cobraban 51 mil 812.88 pesos, siendo que le costó 11 mil pesos y la Secretaría de Hacienda la estima en 5 mil 029 dólares.
Martha Nohemí Pando Fernández quiso importar su Honda Accord 1992 y le dieron una cotización de 48 mil 632 pesos cuando le costó mil dólares, por lo que va a “seguir teniéndolo guardado en la casa”.
Lorenzo Soto salió descorazonado, viendo fijamente la cotización por su pick up 1985 que compró en 600 dólares, ya que le cobraban un total de 44 mil 641.07 pesos.
Expresó que “mejor voy a andar chueco” y a buscar la oportunidad de cambiarle la serie, además de fabricarle papeles falsos porque eso sale más barato.
Una mujer que no dio su nombre explicó que por su Caravan 1987 le cobraban 43 mil 770.19 pesos, siendo que el vehículo le costó 5 mil pesos.
“La uso sólo para ir al mandado y llevar los niños a la escuela, uno quiere andar legal y no la dejan”, por lo tanto, ahora va a esperar a ver si hay un cambio, agregó.
Alberto Nevárez Torres dijo que pretendió importar su automóvil Caprice 1987 y desistió cuando le dijeron que debía pagar 43 mil 770.19 pesos.
Efrén Ramírez mostró la cotización por su Buick Lesabre 1998, que le costó mil 600 dólares: le cobraban 37 mil 408.23 pesos más los conceptos fijos, dando un total de importación 38 mil 962.19 pesos.
Un hombre pretendió fronterizar un Volkswagen Golf 1997 y le cobraban 38 mil 336.00 pesos, siendo que lo compró en 415 dólares.
Nohemí Pérez quiso regularizar su pick up Chevrolet 1995 y se marchó cuando le dieron la cotización de 39 mil 297.86 pesos.
Otra mujer pretendió legalizar su automóvil Eagle Talon 1997 de 4 cilindros que le costó mil dólares y la cotización le indicaba 39 mil 084.47 pesos, por lo que decidió irse.
“Mejor voy a andar chueca, no me queda otra, me están cobrando más de lo que me costó, y luego para que nos lo roben”, dijo.
Jesús Manuel Gándara llegó a regularizar su automóvil Lumina 1990 de 4 cilindros, que le costó 6 mil 500 pesos y recibió una cotización de 36 mil 749.96 pesos, lo que consideró un robo del gobierno federal.
Ramón Burciaga Ramos dijo que por su pick up Ranger Ford 1997 le cobraban 33 mil 346.63 pesos cuando le costó mil 100 dólares, lo cual se debe a que el gobierno federal la está valuando en 3 mil 569 dólares.
“Me están cobrando casi 25 mil 921.34 pesos cuando la camioneta me salió en 800 dólares”, expresó molesto Mario López, quien quiso regularizar su Ford Aerostar.
Una mujer recibió una cotización superior a 94 mil pesos por una pick up 2002 y salió enfadada, con gestos de sorpresa, la mirada fija y sin querer hablar con nadie.
Durante la jornada de ayer, el módulo de regularización vehicular atendió aproximadamente 500 “consultas” de personas que pretendían regularizar sus unidades y, al conocer el elevado nivel de impuestos que cobra el gobierno federal, mejor se fueron.
A pesar de todo, a las 12:03 horas se realizó la primera importación: una camioneta Ford Villager 1999, a un costo de 17 mil 657 pesos.
La propietaria, Sandra Villegas Carrillo, dijo que reside en la colonia Praderas del Sur, que gana 200 pesos por día y antes del programa le cobraban 12 mil, pero decidió esperar al programa municipal porque pensó que iba a ser más barato, cosa que resultó al revés.
Decenas de personas expresaron su indignación, enfado y sorpresa al conocer las tarifas federales, que no incluyen ningún cobro municipal ni estatal, pues las placas deberán ser tramitadas cuando ya hayan importado sus automóviles.
“Quiere uno actuar de buena fe y el gobierno no lo permite”, expresó un hombre sumamente molesto.
Un automovilista, al ver la cotización que le entregaron en la ventanilla, se dirigió a la fila en espera y advirtió que si había algún enfermo cardiaco mejor se retirara.
“A mí ya me dio diabetes”, respondió otro.
“Es un gran robo, ahora lo que tenemos que hacer todos es andar con nuestro galón de gasolina, y si te lo llevas, llévatelo chicharrón, pues ya qué”, expresó un guiador de Granjas de Chapultepec.
Los automovilistas se reunieron frente al módulo municipal y allí preguntaron si ése era el regalo de Navidad del gobierno federal, además de solicitarle al alcalde José Reyes Ferriz que ordene detener los decomisos porque casi nadie va a regularizar su vehículo.
“Pero además, ¿qué va a pasar con la gente a la que ya le decomisaron su carro?, tiene que iniciar el trámite para recuperarlo y con estos precios pues mejor lo va a perder”, expresó uno de los quejosos.
Un hombre llamó a los asistentes a realizar hoy una caravana de protesta contra el gobierno federal, para lo cual citó a la ciudadanía a las 9:00 horas en la glorieta aduanal del kilómetro 30 de la carretera Panamericana.
“En el estacionamiento grande, allí vamos a estar, que vayan todos con sus carros y le pongan ‘No a los decomisos’, para que les afecte a los federales”, agregó.
De acuerdo con información de las agencias aduanales, los altos cobros del gobierno federal se deben al impuesto de 10 por ciento ad valorem.
El año pasado, el impuesto se aplicaba sobre el 30 por ciento del valor del vehículo que estaba fijado en un anexo o en el libro de referencias NADA, entonces había vehículos que resultaba barato fronterizarlos.
Pero ahora el impuesto se cobra sobre el 100 por ciento de valor del automóvil y además la Secretaría de Hacienda actualizó los valores de ese anexo.
“Por eso hay tanta distancia entre lo que se paga hoy a lo que hace un año”, se informó.
La Secretaría de Hacienda publicó el decreto, las reglas y el anexo actualizado de precios referenciales, dejando al gobierno municipal sin posibilidades de éxito en este programa de regularización y a los juarenses sin posibilidad de legalizar sus unidades.
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