La incertidumbre de que la economía mundial tenga una recaída retomó fuerza, dado que la actual crisis no tiene precedente, los mercados financieros aún no se han recuperado y el consumo mantiene contenidos sus avances.
El G-20 concluyó en Pittsburgh su segunda cumbre del año con objetivos más ambiciosos y concretos, pero con plazos más largos.
Uno de los logros más aplaudidos fue la reforma del FMI, mediante la cual los países que ahora se encuentran subrepresentados en el organismo contarán con un voto de 5 por ciento.
La aplicación del nuevo marco normativo de las instituciones financieras se verá aplazada, con el fin de no interrumpir el débil ritmo de recuperación en la economía mundial.
Si bien se observan signos de recuperación, aún habrá que mantener la cautela, advirtió el secretario de Hacienda, Agustín Carstens.
"Es una recuperación que todavía tiene riesgos hacia delante, sobre todo en términos de consolidación de la salud de todas las instituciones financieras", dijo. (Con información de El Financiero/APB)
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