Aunque muchos analistas nacionales y extranjeros aseguraron que México estaba en recesión desde el año pasado, el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, finalmente lo hizo oficial este jueves.
“Es un hecho que estamos en una recesión”, expresó en una reunión realizada con corresponsales extranjeros, de acuerdo con agencias internacionales de noticias.
Al principio, cuando estalló la crisis financiera internacional, el secretario dijo que para México sería “un simple catarrito”.
Posteriormente, el 5 de marzo de este año cambió su perspectiva y ya consideraba la situación económica como “un gran tsunami del exterior”, en donde incluso aseguró que las medidas contracíclicas no ayudarían “para salir del hoyo”.
Casi dos meses después, el responsable de las finanzas públicas declara que México está en recesión.
Mauricio González, analista del Grupo Financiero Banamex, dijo que el funcionario se acogió a la definición técnica de dos trimestres de contracción con tasa trimestral anualizada, lo cual se cumplirá al liberarse el dato del primer trimestre del año.
El próximo 20 de mayo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) difundirá el dato de la actividad económica del primer trimestre del año; en el cuarto trimestre de 2008, el Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo 1.6 por ciento.
Sin embargo, la Secretaría de Hacienda ya adelantó en el Informe de Finanzas Públicas correspondiente al primer trimestre del año que la economía mexicana tuvo una contracción de 7 por ciento.
“Nosotros pensamos que México entró en recesión desde la segunda mitad del año pasado”, expresó el analista de Banamex.
González dijo que ellos consideran la definición de recesión cuando “algún sector entra en contracción económica y se empieza a generalizar y hay un descenso en el nivel de la actividad económica, es ahí donde ya se empieza a establecer la recesión”.
Por su parte, Alfredo Coutiño, director para Latinoamérica de Moody’s Economic.com, dijo que la economía mexicana podrá enfrentar en el año una contracción mayor a la registrada en la crisis de 1995, si el gobierno de Felipe Calderón decide ajustar el gasto ante la complicada situación económica que vive.
“Si ya de por sí la economía se está encaminando a una contracción de 4 a 5 por ciento, sin considerar el efecto de la influenza, si el gobierno toca el gasto, la contracción va a ser mayor, la economía podría moverse hacia una contracción similar a la de 1995”, aseveró Coutiño.
En 1995, la economía mexicana, bajo la administración de Ernesto Zedillo, registró uno de sus peores reportes, al contraerse 6 por ciento.
“En términos de tasa anual, ya nos estamos acercando a una situación similar… lo que más nos preocupa es la desaceleración tan rápida que ha tenido la demanda interna”, agregó el analista de Banamex.
En la reunión con los corresponsales extranjeros, el secretario de Hacienda consideró que la economía nacional se contraerá 4.1 por ciento en 2009. Carstens anunció que el gobierno de México podría ligar en el futuro sus presupuestos al ciclo económico del país, con la operación con déficit en años de bajo crecimiento pero con superávit al recuperarse.
Explicó que la intención es calmar los temores de los inversionistas de que México podría endeudarse profundamente al tratar de combatir recesiones como la que afecta actualmente al país.
“El chiste es introducir la flexibilidad fiscal de una manera responsable”, dijo.
Además, el funcionario anticipó que el 2010 representará varios retos para México en materia económica, porque no habrá coberturas petroleras para protegerse de la caída de ingresos por petróleo.
Para el presupuesto de 2010, dijo, tendrá que incrementar los impuestos, recortar el gasto o ampliar el déficit, o incluso una combinación de los tres elementos.
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