jueves, 14 de mayo de 2009

Reforma fiscal sin IETU pero con IVA, la solución

Experto asegura que el nuevo impuesto ya no es viable en la realidad
Sin finanzas públicas sanas y un entorno económico recesivo, el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) debe desaparecer, advierte el presidente de la Academia de Estudios Fiscales, Manuel Scapachini.
Explica que este nuevo gravamen se aprobó en un escenario distinto al actual, que preveía la reinversión de las utilidades de las empresas y un periodo de transición suave.
Pero resultó todo lo contrario, afirma al ser entrevistado por El Economista. Y es que su aplicación ha sido dolorosa, generando muchos problemas a las empresas porque han tenido que llevar una doble contabilidad.
Scapachini considera que la política fiscal debe ser un detonador de la economía y no un inhibidor como sucede con la reforma hacendaria en la que se creó este novedoso Impuesto.
Lo anterior se conseguirá a través de una transformación tributaria y no con medidas coyunturales mediante las cuales “parecería que estamos invernando esperando el verano”, asegura.
De ahí que considera que en la propuesta de reforma que se prepare ahora, se debe revisar el esquema del IETU y unificarlo con el Impuesto Sobre la Renta.
“Se tienen que conciliar, sacando lo mejor de los dos mundos”, dijo.
Nuevo enfoque
De acuerdo con Scapachini, debemos recargarnos más en los impuestos indirectos y ecológicos.
Es decir, gravar el consumo de manera general, tratando que la población menos favorecida tenga acceso a alimentos sin IVA.
“Es difícil dar el mismo trato a un huevo que a la catsup, o a un medicamento para la diabetes que al shampoo”, opina.
Para el caso de los ecológicos, expone que se pueden manejar como impuestos indirectos para las empresas contaminantes.
La reforma debe dar seguridad jurídica para el pago de impuestos y mecanismos de solución de controversias ante la maquinaria pesada que representan los juicios porque se gastan muchos recursos, tiempo y esfuerzo, concluye.

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