martes, 22 de julio de 2008

Pide Lamy un esfuerzo para reactivar la economía mundial

Ginebra, 21 de julio.- El director de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, ha instado a los países que negociarán esta semana en Ginebra a esforzarse por un acuerdo "que impulse el crecimiento económico", frente a la crisis por las turbulencias financieras y los precios de alimentos o del gasóleo.

Lamy inauguró la reunión ministerial de una treintena de socios clave de la OMC, quienes esta semana tratarán de salvar la atascada Ronda de Doha -iniciada en 2001- cuyo objetivo es la liberalización del comercio mundial.

"Estamos al principio de un viaje cuesta arriba", ha señalado el director general de la OMC, quien ha indicado que está al alcance de la mano conseguir un pacto en la apertura de mercados agrícolas e industriales y dar "un paso adelante" para conseguir que termine este año Doha.

Lamy ha recalcado que es necesario lograr un acuerdo "equilibrado", que sería el "apoyo más fuerte" ante las amenazas actuales que afronta la economía mundial: los precios de los alimentos, de la energía y las turbulencias financieras.

"No debemos dejar escapar esta oportunidad", ha remarcado el director de la OMC.

La reunión constará de negociaciones intensas y sesiones restringidas, con el fin de acercar posiciones y consensuar textos sobre la apertura de mercados en agricultura y bienes industriales.

En el caso de que la reunión se cierre con éxito, se fijará una agenda y los detalles se precisarán más adelante, con el objetivo de cerrar la Ronda a final de año.

"Queda mucho por hacer" ha recalcado Lamy, quien ha añadido que hay que pasar de las palabras a los hechos.

Lamy ha comparado la reunión con la escalada del Mont Blanc: "estamos preparados para la excursión, tenemos provisiones, hemos ejercitado las piernas y los pulmones...pero sólo si actuamos como un equipo llegaremos".

En la negociación, los países en desarrollo reclaman a la UE, EEUU y otros socios ricos que reduzcan sus apoyos a la agricultura y abran sus mercados; la UE exige a los estados emergentes que cedan en la apertura a las exportaciones industriales.

Otros puntos que se han añadido a la agenda son el contencioso entre la UE y Latinoamérica por los aranceles europeos a la importación de bananas, que podría dificultad más un pacto sobre agricultura.

El problema está en que los estados de América Latina pretenden que el recorte al impuesto aduanero de la UE se negocie en el capítulo de "productos tropicales" (aquellos sometidos a una mayor liberalización y más rápida).

Otra cuestión es la protección de las denominaciones de origen, una demanda de Europa, que pide ampliar para sus productos de calidad el estatus que ahora tienen las indicaciones de vino. (Con información de EFE/APB)

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