Londres / Hong Kong.- El Grupo de los Siete países más desarrollados advirtió que la fuerte subida reciente del yen representa una amenaza para la estabilidad financiera y económica, el último esfuerzo coordinado del G-7 para frenar la peor crisis financiera en 80 años.
En todo el mundo aparecieron nuevas señales de que la crisis continúa propagándose. Corea de Sur recortó las tasas de interés, Australia intervino en el mercado de cambios, los productores de crudo del Golfo Pérsico pidieron acelerar su unión monetaria y el FMI está ayudando a Hungría y Ucrania.
Ahora que parece casi seguro que
“La inflación estará bajando en los próximos meses y eso significará que habrá margen para que todas las autoridades monetarias del mundo, incluido el Banco de Inglaterra, tomen una decisión respecto de las tasas de interés”, dijo Brown a
Los mercados financieros continuaban reaccionando bruscamente a la combinación de crisis financiera y recesión mundial.
El índice MSCI de las principales acciones del mundo se hundía más de 3%, acercándose a una pérdida de 50% en lo que va del año. Un índice similar MSCI para las acciones de países de mercados emergentes caía a sus mínimos en 4 años.
Japón pasó al centro de la escena cuando un breve comunicado del G7 apuntó al yen, generando especulaciones de que el Banco de Japón podría disponer de la primera intervención cambiaria en cuatro años.
“Nos preocupa la reciente volatilidad excesiva del tipo de cambio del yen y sus posibles consecuencias adversas para la estabilidad económica y financiera”, dijo el grupo formado por Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y Canadá.
El veloz avance de 12% que registró el yen contra el dólar ha amenazado a las exportaciones japonesas, en momentos en que Japón, segunda economía mundial, se acerca a una recesión.
Sin embargo, al mismo tiempo el dólar está subiendo contra todas las otras monedas principales salvo el yen, por lo que había cierto escepticismo sobre cualquier acción coordinada inminente en los mercados.
En tanto, surgieron versiones en medios de prensa japoneses de que tres de los tres principales prestamistas de Japón -Mitsubishi UFJ Financial Group, Mizuho Financial Group y Sumitomo Mitsui Financial Group- estarían tratando de recaudar dinero para contrarrestar pérdidas accionarias.
Después de un encuentro de emergencia, el primer ministro Taro Aso dijo que el Gobierno expandiría un programa que permite que los bancos accedan a fondos públicos y que ajustaría las normas para las “ventas cortas” de acciones.
Medidas de urgencia
En Corea del Sur, las autoridades acudieron a una disminución récord de las tasas de interés, a la vez que en Australia, el banco central intervino para defender a su moneda por segundo día mientras los funcionarios enfrentan una crisis que empezó hace 15 meses y ha destruido la confianza de los inversores, amenazando con una profunda recesión.
“La reducción de tasas de hoy, mayor que lo habitual, pretende ser una contribución para evitar una fuerte desaceleración de la demanda doméstica y de la economía en general”, dijo el gobernador del Banco de Corea, Lee Seong-tae, en conferencia de prensa tras un recorte de 75 puntos básicos a 4.25 por ciento.
Las naciones en desarrollo también han estado acudiendo al Fondo Monetario Internacional para pedirle ayuda a fin de protegerse de la peor crisis financiera global desde
El FMI dijo que había alcanzado un acuerdo con Hungría para que este país reciba un “paquete de financiamiento sustancial” en los próximos días, que incluirá también fondos de
El domingo, el FMI acordó un préstamo para Ucrania por 16,500 millones de dólares.
Las acciones emergentes han sido golpeadas de manera particular. Las acciones de China, hasta hace poco una estrella de los mercados globales, cerraron en su mínimo en 25 meses y algunos analistas hablaban de ventas de pánico.
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