México, 30 de noviembre.- Los efectos de la debacle que enfrentan las tres empresas más grandes de Estados Unidos del ramo automotriz: Chrysler, Ford y General Motors continuarán en 2009; se estima que sólo en México la producción reporte un descenso de hasta 50 por ciento, lo que implicará más paros técnicos en la industria instalada en el país.
Ante este escenario, especialistas consideran que hacer al gobierno de Estados Unidos su principal accionista, recurrir a un sistema de economías de escala e incluso las fusiones podrían dar un respiro a la industria estadounidense, y en consecuencia, atenuar los efectos en el resto del mundo.
En una entrevista, el presidente de
En nuestro país habrá más paros técnicos". Pese a la crisis por la que atraviesa la industria, las tres grandes del sector estadounidense siguen apostando sus inversiones en México "y no hay, hasta el momento, signos de retiro de inversiones. No hay ninguna información de que se vayan a detener inversiones", aseveró el presidente de la asociación.
La industria automotriz en México representa casi 20 por ciento del sector manufacturero, además de 20 por ciento de las exportaciones totales del país.
Ford de México continúa con sus planes de inversión al 2010 de tres mil millones de dólares en la reconversión de la planta de Cuatitlán para la fabricación del nuevo Fiesta, la construcción de una planta de transmisiones en Guanajuato y el apoyo a proveedores locales.
Por su parte, General Motors de México invertirá hasta en el último bienio un total de tres mil 600 millones de dólares para finales de 2008.
Los efectos para México ante un posible cierre En otro escenario, el resultado en México de una posible desaparición de esas empresas en Estados Unidos, que tuvieron que ser inyectadas con recursos gubernamentales por 25 mil millones de dólares para su sobrevivencia, sería la pérdida de 27 mil 650 empleos directos, sin contar la cadena de proveedores. (Con información de Notimex/TPC)
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