martes, 30 de septiembre de 2008

10 millones de comprimidos de seudoefedrina

Un nuevo cargamento de alrededor de 10 millones de comprimidos de seudoefedrina en dos contenedores provenientes de China, y que tenían como destino la Zona Libre de Corozal, Belice, en la frontera con México, fueron asegurados este miércoles por autoridades aduaneras de aquel país, luego de permanecer por casi tres semanas en uno de sus puertos marítimos.

De acuerdo con medios de comunicación beliceños, la mercancía etiquetada como “general”, y cuyo destinatario era la compañía “MI-Gape” o “GE-Logística”, propiedad de un empresario mexicano de la Zona Libre, tenía ya 20 días estacionada en el puerto sin ser descargada, lo que despertó la sospecha entre las autoridades de Aduanas, que, incluso, recibieron la negativa del supuesto propietario sobre el envío, por lo que determinaron comprobar el contenido.

Asistidos por un juez, aduaneros y personal policiaco abrieron los dos contenedores, que aparentemente estaban cargados con productos comunes, como ropa, relojes y bolsas, además de paquetes con tabaco, aunque debajo de toda esta carga hallaron al menos 80 cajas con píldoras, cuyo compuesto básico es seudoefedrina.

El valor de este fármaco, utilizado para la elaboración de drogas sintéticas altamente adictivas, como el cristal y las metanfetaminas, fue estimada por la policía beliceña en el orden de los 20 a 40 millones de dólares americanos, y se trata del tercer aseguramiento de este tipo en territorio beliceño en los últimos dos meses, aunque la sospecha es que al menos otros seis contenedores han cruzado a suelo mexicano.

Apenas el 16 de septiembre próximo pasado, el Departamento de Aduanas descubrió un contenedor, propiedad del empresario Hilberto Marchand, con alrededor de 10 millones de pastillas proveniente de Taiwán, que fue liberado con documentación falsa y que a la fecha continúa extraviado.

Sin embargo, el más grande hallazgo se dio en agosto, cuando las propias autoridades portuarias lograron decomisar más de 11 millones de comprimidos de seudoefedrina y cigarros de marca apócrifa, que también eran transportados en contenedores vía marítima.

Tras el nuevo golpe del personal de Aduanas, Hilberto Marchand está sujeto a un nuevo interrogatorio, aunque la policía también detuvo a Howell Hutchinson, empleado del primero, sospechoso de la desaparición del primer contenedor con fármacos.

También fueron detenidos en ese entonces, tres oficiales de la aduana beliceña, de nombres Carl Augustine, Aruny Pérez y Michael McKenzie, sujetos a investigación hasta la fecha.

Trascendió además que la mecánica para importar la mercancía ilícita se da a través de agencias aduanales legalmente constituidas, aunque el Departamento de Aduanas ha tomado medidas y estableció mecanismos más complicados para intentar detener la cascada de fármacos que parecen estar cruzando por las fronteras beliceñas.

Por su parte, el encargado de asuntos fronterizos de la Embajada de México en Belice, Marcelino Miranda Aceves, subrayó que las investigaciones que realizan autoridades de aquel país aún no llegan al punto en el que pudiera hablarse de la participación de narcotraficantes mexicanos, si bien se estima que el destino de la seudoefedrina es México, que podría entrar por la Aduana Marítima y Fronteriza de Subteniente López, y de aquí a los Estados Unidos. Por lo pronto, las autoridades beliceñas investigan el asunto y solicitarán en breve la colaboración del Gobierno mexicano, afirmó el diplomático.

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