Don Raúl García Garza, visionario desde finales de
Con toda la fuerza del mundo, el señor Raúl se dice presto y desde hace algún tiempo con su empresa en esos dos puertos marítimos aduanales, que serán bastión en el comercio internacional de paso por tierra o por ferrocarril por México hacia Norteamérica.
Decano de los agentes aduanales de Nuevo Laredo, nativo de esta tierra, don Raúl cuenta cómo desde el término de esa conflagración mundial se revolucionó o aceleró el comercio internacional por esta frontera, a la que orgullosamente califica como "la número uno de Latinoamérica, porque no por otra diariamente cruzan 9 mil camiones de carga y otros tantos furgones de ferrocarril por día".
Charlar con don Raúl es interesantísimo, de esas ocasiones en que uno no desea terminar de escucharlo.
"Recuerdo que antes cada embarque, cada envío demoraba entre tres a cinco días en salir de Nuevo Laredo, nosotros como agentes aduanales teníamos con frecuencia que volar a México para destrabar papeleo, arreglar problemas, el puerto aéreo estaba donde hoy es H.E.
B.", rememora este gran empresario del ramo aduanal.
Aviones de dos motores, de hélices para 21 pasajeros, eran las peligrosas naves que hacía la travesía entre México capital y esta frontera. Don Raúl viajaba con frecuencia pues una de sus cuatro aduanas que le permite su patente, era precisamente el Aeropuerto del Distrito Federal.
"Pero ya lo cambié por la de Colombia, Nuevo León; la de Manzanillo, Colima; y la de Lázaro Cárdenas, Michoacán, pues estas tres serán junto con la de Nuevo Laredo (que ha sido siempre), las de más auge", explica.
Don Raúl, como doña Mercedes Llimeme Saiden viuda de Zamudio, son los decanos de los agentes aduanales locales y posiblemente de todo el país. En sus vidas han pasado toda la historia del comercio internacional de esta frontera y muchas otras aduanas del país, gracias a patentes cambiantes de sede, pero siempre con oficinas en su ciudad Nuevo Laredo.
Han vivido todo el progreso de esta rama de la economía y lo han hecho en todos lados a la vez.
BUENOS AUGURIOS
"Con el presidente Felipe Calderón Hinojosa vamos a tener más fluidez de tráfico internacional, está entrando mucha inversión, el señor está dando estabilidad política y económica al país, está infundiendo mucha seguridad y si bien hoy caos económico mundial, nuestros gobierno y funcionarios han sabido capear el temporal, habla bien de ellos".
De la aduana de Colombia, Nuevo León, dice que es de gran ayuda para Nuevo Laredo pues tal puerto es el paso de todo material peligroso, tóxico, flamable, explosivo.
Son miles de tracto-camiones que tendrían que hacerlo por Nuevo Laredo, con el consabido riesgo.
"Igual para desfogar tanta mercancía, 5 mil tráileres de sur a norte y 4 mil en sentido contrario son los que pasan por aquí, si les sumásemos a Nuevo Laredo los que hoy cruzan por Colombia, esto sería una locura de congestionamientos de camiones", comenta con sabiduría don Raúl.
Y así, sentado en su privado, resolviendo las múltiples diligencias que su agencia genera, don Raúl siempre dispuesto, en todo momento al pie del cañón, se prepara para recibir toda la carga de los "tigres asiáticos", toda esa mercancía de los países del otro lado del mundo, que desembarcarán en Manzanillo y en Lázaro.
Al lado de su bella esposa Margarita Treviño, sus hijas Olinda García de Flores, Oralia García de Casso, y sus tres varones Raúl (transportista), Juan José (agente aduanal) y Rolando García Treviño (empresarios diversificado), don Raúl García Garza espera otros 62 años de trabajo aduanal, el cual es su pasión, además de la felicidad y la dicha de gozar de su familia.
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