miércoles, 24 de septiembre de 2008

Taro Aso se convierte en el nuevo Primer Ministro del Japón

Tras tres intentos infructuosos desde 2001, Aso logró finalmente a los 68 años llegar a la cabeza del gobierno, tras la repentina dimisión el 1 de septiembre del primer ministro, Yasuo Fukuda.

Tokio.- El conservador Taro Aso fue electo primer ministro de Japón por el Parlamento, con la difícil misión de llevar su partido a la victoria en las próximas elecciones legislativas y la recesión económica como telón de fondo.

Tras tres intentos infructuosos desde 2001, Aso, que goza de una gran popularidad, logró finalmente a los 68 años llegar a la cabeza del gobierno, tras la repentina dimisión el 1 de septiembre del primer ministro, Yasuo Fukuda, que alcanzó la cima de la impopularidad tras sólo un año en el poder.

Pocas horas después de su elección, Aso anunció la composición de su gobierno en el que destaca la presencia del conservador Shoichi Nakagawa como ministro Finanzas y de Hirofumi Nakasone en la cartera de Relaciones Exteriores.

Aparentemente en un intento de mostrar un fuerte liderazgo, el primer ministro rompió con la tradición y leyó él mismo los nombres de sus ministros, tarea que normalmente recae en el secretario jefe del gabinete.

Toshihiro Nikai, de 69 años, seguirá a cargo del ministro de Economía, Comercio e Industria.

“Soy particularmente consciente de las preocupaciones de la población sobre la economía, de sus quejas relativas a la vida de cada día y de su desconfianza hacia la política”, afirmó Aso al anunciar la composicón de su gobierno.

El ministerio de Defensa recayó en Yasukazu Hamada, de 52 años. Esta es su primera cartera ministerial, pero Hamada ya fue número dos de la Defensa japonesa cuando Tokio envió soldados a Irak, rompiendo con la tradición pacifista heredada del fin de la Segunda Guerra Mundial.

En la misma línea, Aso prometió, en su primer rueda de prensa, luchar para que su país renueve una misión naval, que la mayoría de los japoneses desaprueba, consistente en proporcionar combustible y apoyo logístico a las fuerzas de la coalición internacional presentes en Afganistán.

“No es por el bien de Afganistán ni de Estados Unidos o Pakistán”, afirmó. “Se trata de la responsabilidad de Japón como miembro de la comunidad internacional que combate al terrorismo”, agregó.

El Partido Liberal Demócrata (PLD, conservador), que gobierna Japón prácticamente sin interrupción desde 1955, apuesta por la popularidad de Aso para ganar las próximas elecciones legislativas.

Según los analistas políticos japoneses, el nuevo primer ministro debería disolver la Cámara de los Diputados en los próximos días y convocar elecciones anticipadas hacia finales de octubre o principios de noviembre.

Mientras la recesión amenaza con alcanzar a la segunda economía del mundo, el PLD llegó a la conclusión de que no valía la pena esperar el final de la legislatura, en septiembre de 2009, y que era preferible aprovechar la esperanza suscitada por la llegada al poder de una personalidad carismática como Aso.

Pero la partida no está aún ganada, porque las reformas neoliberales aplicadas en los últimos años agravaron las desigualdades sociales en las ciudades y mermaron el nivel de vida en las zonas rurales, base electoral tradicional del PLD.

Aso, que no oculta su postura antiliberal en materia económica, prometió que la principal de sus prioridades sería aumentar el gasto público para estimular la economía, contrariamente a la política de reducción del déficit defendida en los últimos años por los reformistas liberales del PLD.

“Cuando veo la situación financiera y otras cosas, tengo la impresión de que atravesamos un periodo de turbulencias, no un periodo de paz”, afirmó Aso a los periodistas el miércoles antes de la votación en el Parlamento, en alusión a la crisis de los mercados financieros.

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