México, 27 de agosto.- El arranque tardío del Programa Nacional de Infraestructura y la lenta recuperación económica de Estados Unidos ocasionarán que el Producto Interno Bruto (PIB) de México no crezca más de 2.4 por ciento en 2008 y 2009.
La economista en jefe de
En materia inflacionaria, para 2008 se espera un 5.9 por ciento, derivado del impacto del Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) y los aumentos de precios en materias primas y energéticos, pero en 2009 bajaría a alrededor de 4.4 por ciento.
Señaló en entrevista, que el grave riesgo que tiene nuestra economía es la volatilidad de los precios del petróleo, ya que sus cotizaciones influyen mucho sobre el tipo de cambio y son la base de las finanzas públicas.
Así que con los altos petroprecios actuales, "el gobierno federal tiene oportunidad de llegar a acuerdos con los gobernadores para avanzar en la agenda legislativa".
Sin embargo, advirtió, si los precios del crudo caen, entonces se elevaría el déficit de la cuenta comercial y de la cuenta corriente del país.
Desaceleración
Riner afirmó que el primer semestre del año fue el mejor de 2008, porque de julio a diciembre la actividad productiva será más lenta.
Para 2009 "estamos proyectando un avance similar al de este año o poco menos, aunque me encantaría que México recupere su tasa de crecimiento, pero se ve difícil porque Estados Unidos se va a tardar más de un año en salir de los apuros económicos".
En el primer tercio del sexenio se habrá logrado una tasa de avance económico de 2.4 por ciento, y en el segundo y tercer tercio los números seguramente serán mejores.
Tal situación será mejor que lo sucedido en el sexenio pasado, ya que en la primera mitad de la administración foxista apenas se avanzó por arriba de 2.0 por ciento.
Además, las exportaciones mexicanas presentan un buen comportamiento, ya que en la primera mitad de 2008 registraron un incremento de 12 por ciento, a pesar de la desaceleración económica estadounidense.
No obstante, hay algunos sectores como la industria automotriz, donde ya se resiente el enfriamiento de la actividad productiva de EU.
Si bien la estabilidad macroeconómica nos permitió sortear el complicado ambiente externo, faltó el impulso que se esperaba vía el Programa Nacional de Infraestructura, porque "no ha despegado con la rapidez esperada y prevemos que el año que viene sí se sienta el impacto en el crecimiento económico".
En cuanto al incremento inflacionario comentó que es un problema mundial; no tiene que ver sólo con México.
Mientras la inflación se sintió muy fuerte en otros países desde principios de año, en México se percibió hasta la primera quincena de agosto, lo que tiene que ver con el aumento en los precios de los energéticos, como la gasolina, y el impacto del IETU, que muchas escuelas y empresas transfieren al consumidor.
De cualquier manera confió en que para el próximo año ya se habrán descontado los incrementos en las cotizaciones de materias primas y commodities, y "habremos absorbido el peso del IETU".
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