El subgobernador del banco central, Everardo Elizondo, dijo que lo que lo hay que controlar es la posibilidad de que los precios internacionales no afecten las revisiones salariales, entre otras cosas.
Ante la imposibilidad de contrarrestar las presiones inflacionarias externas de corto plazo, el Banco de México se abocará en controlar los efectos conocidos técnicamente como “de segunda ronda”, dijo el subgobernador del instituto central, Everardo Elizondo.
En entrevista a una cadena de televisión extranjera, explicó que todo banco central tiene que admitir que no puede hacer nada frente al impacto de las modificaciones de los precios internacionales, como en el caso de los energéticos y alimentos.
Lo que hay que controlar, agregó, es la posibilidad de que ese primer impacto se transforme en un cambio de las expectativas del público para que no afecten las revisiones salariales, entre otras cosas.
De no hacerlo, se crearía una espiral inflacionaria mucho más difícil de manejar, advirtió.
Por eso afirmó que el segundo impacto sí está al alcance del banco central para tratar de moderarlo.
Elizondo también reconoció que el ambiente que se vive de una desaceleración económica combinado con una creciente presión inflacionaria, es particularmente complicado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario